Soneto 334. ABANDERADOS DE ORGULLO
Me gustan los abanderados más atrevidos
Me gustan los abanderados más atrevidos
porque amplifican el sentir de todas las vidas
en aquellos manantiales de obras reconstruidas
sobre los pilares que antes fueron destruidos.
Me encantan todos los activistas bien curtidos
porque intensifican a todas las acogidas
en los dulces espejos de las almas resurgidas
y en la libertad de los amores tan queridos.
Felicidad ésa en la que, al fin, ya nos miramos
con todo el clamor en pié de un tribunal supremo
que expide su cariño allá por donde vayamos.
Fidelidad tan certera en la que nos mimamos
con los magnos placeres que da el amor extremo
cuando de sexo ~y en seso y en caricias~ nos amamos.
José Mateo Angulo García
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