Soneto 336. HORIZONTE DE LO AMADO
Como el fuego emergente en las estrellas
Como el fuego emergente en las estrellas
que adornan la oscuridad de la noche,...
así, con tu mirada, me atropellas
en tu árido vino de medianoche.
Como viento al frente que tumba las pellas
de torres de ropa que cuelgan de un broche,...
así, con vida apresada, me sellas
e impregnas mi alma de amor con derroche.
Mi guitarra tiene un interrogante
que no afina cuerda de oro templado
ni es azucena de amor exuberante.
El tiempo ciego, roto y espeluznante
sólo confirma que queda olvidado;
y en la arena, al sol, se aman los amantes.
José Mateo Angulo García
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