Soneto 284. LUZ IMPRONTA
Me miro más veces hacia adentro,
Me miro más veces hacia adentro,
más incluso que en espejos, por fuera.
Dentro de mí tengo la primavera
de los días juntos, de cada encuentro.
Cierro los ojos y estás en el centro
de todas las cosas. Vida que no muera.
Vida me diste siempre que estuviera.
De tu sueño ya no salgo cuando entro.
Nos hemos hablado con la voz tonta,
con las palabras mínimas del alma
y con los sentimientos más preciados.
Nos hemos amado con luz impronta,
con los abrazos que nos dan la calma
y con los genitales extasiados.
José Mateo Angulo García
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