Soneto 291. A POSTERIORI
No me gusta ver cómo comiqueas
No me gusta ver cómo comiqueas
con cada profundo sentimiento mío,
ni tampoco me gusta que tú seas
la mano que me empuja hasta el vacío.
No me gusta ver cómo coqueteas
con cada cara secuencial del desvío,
ni tampoco me gusta que tú creas
que el alma, sin ti, se muere de frío.
Estoy alertado de todo a priori,
aunque eso nunca será suficiente
para mitigar dolor ni agonía.
Lo que ha de pasar luego, a posteriori,
será para ambos lo más conveniente
y, así, pondremos rumbo a la alegría.
José Mateo Angulo García
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